Todos los días acuden a mi consulta al menos un par de padres extremadamente preocupados porque su hijos no se desenvuelven como los demás niños de su edad, asimismo he podido percibir el desconocimiento que se tiene de esta condición, se confunden con muchas entidades leves e inclusive con otras más severas.
Para empezar vamos a definir de qué se trata, el Trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del desarrollo que provoca dificultades en la comunicación social y el comportamiento. El término «espectro» se refiere al hecho de que algunas personas tienen unos síntomas leves, un celeste casi blanco, mientras que otras tienen síntomas graves, un azul casi negro.
En mayo de 2013, cambiaron los criterios utilizados para diagnosticar TEA y los nombres de algunos tipos de TEA. Los niños que solían ser diagnosticados con un tipo particular de autismo (por ejemplo, el síndrome de Asperger) ahora reciben el diagnóstico de «TEA».
TEA entonces se clasifica según el grado de severidad de los dos síntomas base (problemas con la comunicación social y comportamientos restringidos y repetitivos).
Recordemos que el diagnóstico de TEA incluye muchas afecciones que solían diagnosticarse por separado e incluyen el trastorno autista, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado de otra manera (PDD-NOS, por sus siglas en inglés) y el síndrome de Asperger. Hoy en día, a todas estas afecciones se las denomina trastornos del espectro autista.
Causas y factores de riesgo
No se conocen todas las causas de los TEA. Sin embargo, hemos aprendido que, probablemente, existan muchas causas para múltiples tipos de TEA. Puede haber muchos factores que hagan que un niño tenga más probabilidades de tener un TEA, incluidos factores ambientales, biológicos y genéticos. Es muy importante recordar que sospechas de que el autismo es el resultado de una crianza defectuosa o de ciertas vacunas han sido refutadas científicamente.
Familias en que hay un niño autista tienen una mayor probabilidad de tener otro con el desorden. Los niños de familias con ciertas enfermedades psiquiátricas, como el trastorno bipolar, también parecen estar en mayor riesgo de autismo.
¿A quiénes afecta?
Los TEA ocurren en todos los grupos raciales, étnicos y socioeconómicos, pero es hasta 4.5 veces más frecuente en los niños que en las niñas.
Signos y síntomas
Las personas con un TEA a menudo tienen problemas con las destrezas sociales, emocionales y de comunicación. Es posible que repitan determinados comportamientos o que no quieran cambios en sus actividades diarias. Muchas personas con TEA también tienen distintas maneras de aprender, prestar atención o reaccionar ante las cosas. Algunos de los signos comienzan durante la niñez temprana y, por lo general, duran toda la vida.
Los niños o adultos con TEA podrían presentar las siguientes características:
- No señalar los objetos para demostrar su interés (por ejemplo, no señalar un avión que pasa volando).
- No mirar los objetos cuando otra persona los señala.
- Tener dificultad para relacionarse con los demás o no manifestar ningún interés por otras personas.
- Evitar el contacto visual y querer estar solos.
- Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos.
- Preferir que no se los abrace, o abrazar a otras personas solo cuando ellos quieren.
- Parecer no estar conscientes cuando otras personas les hablan pero responder a otros sonidos.
- Estar muy interesados en las personas pero no saber cómo hablar, jugar ni relacionarse con ellas.
- Repetir o imitar palabras o frases que se les dicen, o bien, repetir palabras o frases en lugar del lenguaje normal.
- Tener dificultades para expresar sus necesidades con palabras o movimientos habituales.
- No jugar juegos de simulación (por ejemplo, no jugar a “darle de comer” a un muñeco).
- Repetir acciones una y otra vez.
- Tener dificultades para adaptarse cuando hay un cambio en la rutina.
- Tener reacciones poco habituales al olor, el gusto, el aspecto, el tacto o el sonido de las cosas.
- Perder las destrezas que antes tenían (por ejemplo, dejar de decir palabras que antes usaban).
Diagnóstico
El diagnóstico del TEA puede ser difícil de hacer debido a que no existen pruebas médicas, como un análisis de sangre, para diagnosticarlos. Para llegar a un diagnóstico, los médicos especializados observan el comportamiento y el desarrollo del niño, bajo un seguimiento periódico.
A veces, los TEA pueden detectarse a los 18 meses de edad o incluso antes. A los 2 años de edad, el diagnóstico realizado por un profesional con experiencia puede considerarse muy confiable. Sin embargo, muchos niños no reciben un diagnóstico final hasta que son mucho más grandes. Este retraso significa que hay niños con TEA que podrían no obtener la ayuda temprana que necesitan.
Tratamiento
Actualmente, no existe una cura para los TEA. Sin embargo, las investigaciones muestran que los servicios de tratamiento de intervención temprana pueden mejorar el desarrollo de estos niños. Estos servicios pueden incluir terapia para ayudar al niño a hablar e interactuar con los demás. Por lo tanto, es importante hablar con el médico de su hijo lo antes posible si piensa que su hijo tiene un TEA u otro problema del desarrollo.
Incluso si a su hijo no se le ha diagnosticado un TEA, podría reunir los requisitos para recibir servicios de tratamiento de intervención temprana. Además, el tratamiento de síntomas particulares, como la terapia del habla para los retrasos en el lenguaje, no requiere que espere hasta recibir un diagnóstico formal de TEA.
Algunas terapias alternativas se utilizan para tratar a niños con autismo, incluyendo dietas especiales, suplementos nutricionales y quelación. Estas terapias son controvertidas, ya que no hay prueba científica que avale su utilidad, solo existe evidencia anecdótica.
La terapia familiar también es útil para ayudar a miembros de la familia, para hacer frente a las tensiones emocionales de tratar con un niño TEA.
Recordemos que el objetivo del tratamiento es maximizar la capacidad del niño, reducir síntomas problema, apoyar el desarrollo y el aprendizaje. Existen varios métodos diferentes de tratamiento por lo que es necesario encontrar la mejor combinación de terapias para el niño. Intervención, diagnóstico y tratamiento oportunos son muy importantes para ayudar a niños con TEA a desarrollar todo su potencial.
Si tiene alguna inquietud.
Si piensa que su hijo puede tener un TEA o que puede haber un problema en la forma en que juega, aprende, habla o actúa, comuníquese con el pediatra de su hijo y coméntele sus inquietudes.
Si usted o el médico siguen teniendo inquietudes, pídale al médico que lo derive a un especialista que pueda evaluar a su hijo en mayor profundidad.
Las investigaciones muestran que los servicios de intervención temprana pueden mejorar considerablemente el desarrollo del niño. A fin de asegurarse de que su hijo alcance su máximo potencial, es muy importante obtener ayuda para los TEA lo más pronto posible.
Puedes reservar una cita y/o visitar estos enlaces para obtener mayor información:
National Institute of Mental Health
Medline Plus
(www.nlm.nih.gov/medlineplus/autism.html, disponible en Español)
National Institute of Neurological Disorders and Stroke
(www.ninds.nih.gov/disorders/autism/detail_autism.htm)
The Autism Navigator, an online collection of resources including videos of children with early signs of autism
(http://autismnavigator.com/family-resources/)
First Signs
Learn the Signs. Act Early.
(www.cdc.gov/ncbddd/autism/actearly)
The United Kingdom’s National Autistic Society
Asperger’s Association of New England
United States Center for Disease Control and Prevention
(www.cdc.gov/ncbddd/autism/index.htm)
Autism Speaks
Autism Society of America
Si esta información te pareció práctica e importante, por favor compártela, estoy seguro que algunos padres en busca de respuestas, estarán muy agradecidos.
