En una gran cohorte poblacional, los investigadores evaluaron la relación entre las exposiciones prenatales a los contaminantes del aire y el trastorno del espectro autista (TEA). Se encontró una asociación entre la exposición al óxido nítrico (NO) y TEA, pero no una asociación significativa con partículas con un diámetro inferior a 2,5 µm (PM2.5) y dióxido de nitrógeno (NO2) en una cohorte de nacimientos de dicha población. Los hallazgos sugieren que reducir la exposición de las mujeres embarazadas al NO ambiental podría llevar a una reducción en la incidencia de TEA.
Aquí enlace: https://jamanetwork.com/journals/jamapediatrics/article-abstract/2714386
